Add parallel Print Page Options

24 Vinieron a él y lo despertaron, diciendo:

—¡Maestro, Maestro, que perecemos!

Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron y sobrevino la calma.

25 Y les dijo:

—¿Dónde está vuestra fe?

Atemorizados, se maravillaban y se decían unos a otros:

—¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y lo obedecen?

El endemoniado gadareno(A)

26 Arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.

Read full chapter